Las marismas del Guadalquivir se sitúan en el antiguo
estuario del río, terreno de tres provincias: Sevilla, Huelva y Cádiz, en Andalucía,
al suroeste de España.
Este espacio tiene una extensión aproximada de 2.000 km². Conforman una
antigua ensenada litoral colmatada por depósitos marinos y fluviales de
aluvión. De hecho, gran parte de estas tierras siguen siendo actualmente
inundables.
En la provincia de Sevilla comprende los siguientes municipios: Aznalcázar, Las
Cabezas de San Juan, Dos Hermanas, Lebrija, Isla Mayor, Los Palacios y
Villafranca, La Puebla del Río y Utrera.
Durante las épocas de lluvia, la marisma se convierte en una inmensa zona
lacustre debido a su forma plana, su proximidad al nivel del mar y la
naturaleza impermeable de los materiales de su subsuelo, que da como resultado
una especie de balsa prácticamente sellada por su superficie cuyo interior se
rellena de agua. Los arenales que la rodean funcionan como zonas de recarga del
acuífero, por las que se infiltra hacia las capas subterráneas.
La marisma se caracteriza por su horizontalidad, donde se localizan
zonas más deprimidas que retienen el agua durante un periodo mayor de tiempo
como los caños y otras más elevadas, que permanecen secas casi todo el año,
salvo períodos de grandes inundaciones. Otra de sus características principales
es la acusada estacionalidad, propia del clima mediterráneo, en la que se
suceden estaciones muy lluviosas con otras muy secas. En esta sucesión destaca
la primavera, en la que los humedales son el escenario de una explosión de vida.
No obstante, en invierno resultan un ecosistema ideal para la invernada de numerosas especies que encuentran en ellas un lugar con abundante alimento y en general tranquilo, alejado de la mayor presión antrópica de otras zonas.
Os deseo un feliz año a todos con estas nuevas fotos de una de las últimas salidas. Pese a amanecer nublado, las nubes tamizaban la luz dando bonitos resultados y al final del día pudimos disfrutar de una luz de atardecer genial.
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Garza real (Ardea cinerea) |
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Garza real (Ardea cinerea) |
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Cormorán común (Phalacrocorax carbo) |
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Águila pescadora (Pandion haliaetus) |
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Garcilla Bueyera (Bubulcus ibis) |
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Petirrojo europeo (Erithacus rubecula) |
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Garceta grande (Egretta alba) |
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Cernícalo vulgar (Falco tinnunculus) |
Impresionantes fotografías, me han gustado todas en especial la penúltima de la garceta ¡es fantástica con las alas abiertas!
ResponderEliminarUn abrazo.
Y muy bien retratado por tu parte. Una pasada desde luego.
ResponderEliminarSaludos
Guillermo, me ha encantado este reportaje de lujo de nuestras queridas marismas del Guadalquivir. Todo un paraíso para todos los amantes de la vida salvaje. La riqueza faunística es excepcional, no sólo por el número de individuos, sino por el número de especies, muchas de ellas emblemáticas de los humedales mediterráneos que hacen de puente entre Europa y África.
ResponderEliminarMe han encantado todas las fotos, especialmente la de nuestro querido cernícalo que casi siempre nos acompaña en nuestras excursiones fotográficas. Gracias por compartir estas bellas imágenes en tu blog. Son todas magníficas. Todas tienen el sello de tu buen hacer y transmiten ese amor por la belleza de la naturaleza más auténtica.
Ojalá este añito nos de muchas más sesiones como ésta.
Un muy fuerte abrazo, amigo.